martes, 18 de abril de 2017

Miguel Carranza Guisado: Cómo trabajar en Silicon Valley



Miguel Carranza Guisado
Cómo trabajar en Silicon Valley 

Finalizó sus estudios de Ingeniería Informática en 2011, realizó un Máster en Cranfield (UK) y saltó el charco para trabajar en Silicon Valley a través del programa "Jóvenes con Futuro" Desde final de 2016 es Director de Ingeniería en Elevate Labs.


"Tu curriculum te puede ayudar a conseguir una entrevista, ... a partir de ese punto, la decisión de contratación se basa fundamentalmente en tu rendimiento en las pruebas técnicas.
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Muchas gracias Miguel por estar aquí para charlar sobre tu experiencia. Coméntanos tu formación hasta ahora, tus notas fueron brillantes (3.3/4 en Univ. y 4/4 en Máster), ¿alguna clave para conseguir tan buen expediente? ¿por qué te decidiste a hacer el Máster fuera de España? ¿Recomendarías estudiar en el extranjero?.

Estudié el bachillerato en el colegio Portaceli, aquí en Sevilla. Tuve una buena media en selectividad y podría haber estudiado casi cualquier cosa, pero para mí, Ingeniería en Informática era vocacional. Es algo que tenía muy claro desde que tuve mi primer ordenador con ocho años. Esto fue hasta mi primera semana de carrera, la cual me hizo plantearme muchas cosas. Me llevé una desilusión enorme, y me di cuenta que realmente aprobar y aprender no iban necesariamente de la mano. Mi primer cuatrimestre tenía seis asignaturas, y con tanta materia nueva y prácticas no encontraba el tiempo que merecía cada asignatura. Intenté ir a por todas, y acabé aprobando únicamente dos de ellas. Así que cambie el enfoque totalmente. En primer lugar, me esforcé en aprender lo máximo posible, en vez de buscar el aprobado fácil. Y, por otro lado, intenté hacer que la carrera fuera mi primera prioridad, dedicándole la mayor parte de mi tiempo. Gracias a ello, pude finalmente recuperarme de los fallos iniciales y asentar unas bases sólidas.

Finalmente, terminé la carrera, en menor tiempo y con mejor media de lo que jamás me hubiera imaginado cuando empecé. Y llegó el momento de hacer lo que todo el mundo hace cuando está acabando: buscar trabajo. Sin embargo, no me gustó nada lo que vi. Bajo mi punto de vista, las condiciones no eran nada buenas y el respeto hacia los ingenieros (sobre todo, a los recién graduados) dejaba bastante que desear. Prefería no trabajar antes que usar mi esfuerzo para hacer rica a otra persona a cambio de malas condiciones. Así que consideré dos opciones: emprender o seguir estudiando. Se me presentó la oportunidad de estudiar un máster en Reino Unido, en la Universidad de Cranfield, gracias a una beca Erasmus. Al principio no estaba muy convencido, realmente Inglaterra no me llamaba. Yo lo que quería era irme a California. Pero hablé con compañeros que estudiaron en años anteriores y todos estaban muy contentos. Así que pensé que, como mínimo, sería una genial oportunidad para retomar mi inglés y conocer otro sistema de enseñanza diferente.

Resultó ser una gran decisión, y no me arrepiento en absoluto. El salir fuera me abrió la mente muchísimo, y me hizo ver que hay realidades distintas al mercado tecnológico que había en Sevilla en aquel entonces. Es una experiencia que recomendaría a cualquiera que tenga la oportunidad, y no únicamente por la parte académica. Conocer sistemas tan distintos te hacen ver lo que se hace mejor en un lado que en otro, y en qué aspectos se puede mejorar.

¿Qué conocimientos o asignaturas te parecieron más interesantes durante tu formación? ¿Qué cambiarías de la formación en la Universidad de Sevilla?.

Es curioso, pero después de llevar un tiempo en el mercado laboral, he acabado usando recursos de asignaturas que nunca pensé que tuvieran utilidad directa. Yo creo que el contenido de mi plan de estudios fue en realidad bastante bueno. De hecho, es bastante más amplio que el que muchos compañeros estudiaron en universidades americanas de prestigio. Si tengo que destacar algunas, diría obviamente las bases que conseguí gracias a ADA y EDA, y las relacionadas con bases de datos e Ingeniería del Software. Pero también me ha servido tener en mi caja de herramientas nociones adquiridas en asignaturas de hardware, o incluso las matemáticas y estadísticas de los primeros cursos.

Creo que los problemas reales de la formación de la Universidad de Sevilla son la docencia y la falta de recursos. El nivel está ahí, de eso no hay ninguna duda. Pero muchos profesores no están realmente interesados en la enseñanza, porque tienen vocación investigadora, por ejemplo. Algunos no comunican o se limitan a transmitir las mismas transparencias que otro profesor creó años atrás. Desde mi punto de vista, los sistemas de evaluación se podrían mejorar mucho: nadie aprende programación o ingeniería del software con un examen de papel y boli. Se aprende haciendo proyectos. Pero claro, los recursos son limitados y hay demasiados alumnos por grupo. Aparte de todo esto, siempre sería bueno que se enseñaran habilidades con mayor relación directa a lo que demanda la industria. Pero desde mi humilde punto de vista, yo preferiría tener clases de "Escalabilidad" antes que "Desarrollo web con el framework frontend XYZ.js". No digo que estas últimas no sean útiles (¡lo son!), pero nuestra profesión cambia a diario y hay que adaptarse, por lo que considero que los fundamentos son más importantes que una tecnología concreta.

¿Cómo diste el salto a Silicon Valley? 

Pues mientras estudiaba el máster en Inglaterra, buscaba trabajo y me enteré de que habían abierto la segunda edición del programa "Jóvenes con Futuro", de StepOne. Yo conocía el programa, cuyo objetivo era llevar a ingenieros en informática españoles recién graduados a startups en Silicon Valley. Realmente, era exactamente lo que yo siempre había querido, pero sabía que el listón estaba altísimo y me auto-censuré pensando en que yo no estaba a ese nivel. Finalmente decidí inscribirme, pues sabía que como mínimo, me ayudaría a entrenarme para la búsqueda de empleo en Reino Unido. El proceso fue duro, no lo voy a negar nunca, pero a pesar de no prepararme, fui pasando las fases. Ahora lo pienso, si tuviera que repetir el proceso, le hubiera dedicado tiempo a la preparación, pero supongo que las bases que tenía entraron en juego. 

Finalmente, MindSnacks, una empresa de unos 15 empleados que hacía juegos educativos móviles para aprender idiomas, me hizo una oferta de prácticas. Originalmente era sólo para seis meses. Sin embargo, al poco tiempo, ellos estaban muy contentos conmigo y me hicieron una oferta de empleado full time.

Llevas ya un tiempo allí, cuéntanos qué has hecho en MindSnacks y Elevate Labs.



En MindSnacks empecé trabajando en una herramienta web interna para la gestión del contenido. Al principio el frontend y después diseñando e implementando el backend (modelo de datos y API REST). 


Cuando yo me uní al equipo, MindSnacks había levantado $6.5M en una serie A liderada por Sequoia. La empresa había crecido mucho, éramos unos 40 empleados. No obstante, la competencia en el sector de este tipo de aplicaciones era cada vez más grande, y decidimos empezar un nuevo producto desde cero, que educara en otras habilidades aparte de los idiomas. Muchos de los compañeros entonces decidieron abandonar el barco, ya fuera por no compartir la visión, o por el futuro incierto. Yo obviamente, como todos, tuve mis dudas. Pero finalmente decidí quedarme, porque pensaba que la experiencia de crear un producto (y ¡prácticamente una empresa!) desde cero, y sin el riesgo de poner mi dinero en juego, era incalculable. Nos quedamos unas 15 personas, si no recuerdo mal.

De ahí surgió Elevate. Al principio, trabajé en el cliente de iOS y más tarde en el backend y sistemas de compra. A finales del 2014, tras mucho trabajo duro, Apple nos comunicó que nos iban a nombrar "Aplicación del Año", lo cual fue un grandísimo honor. Esto nos situó a la altura de aplicaciones como Duolingo, Instagram o, posteriormente, Periscope.

Después de esto, trabajé en otros proyectos, como el diseño e implementación de nuestro almacén de datos. Poco a poco fui adquiriendo más responsabilidades, hasta que a finales de 2016, me ascendieron a Director de Ingeniería. En este nuevo puesto, me dedico fundamentalmente a tomar decisiones tecnológicas, arquitectura, mentorizar a otros ingenieros más junior, revisar código, contratación o incluso relaciones con inversores. Cada vez tengo menos tiempo para escribir código, pero siempre intento buscar huecos para ello.

Cuéntanos qué formación tienen tus compañeros de trabajo

En el equipo de contenido la mayoría son doctores. En el equipo de ingeniería, sin embargo, pocos tienen estudios de posgrado. Esto se debe, fundamentalmente, a que la demanda de ingenieros informáticos en Silicon Valley es brutal, por lo que un master o PhD puede ayudarte un poco a diferenciarte o tener un salario algo mejor, pero no te va a faltar trabajo si sólo tienes un grado y eres bueno. Es más, hay gente muy buena que no tiene ni la carrera. No hay tanta titulitis aquí. No digo con esto que no haya que estudiar la carrera. Las bases hay que adquirirlas de alguna forma y, además, la carrera es necesaria para obtener un visado. Lo que intento decir es que tu curriculum te puede ayudar a conseguir una entrevista, pero después de este paso apenas importa. A partir de ese punto, la decisión de contratación se basa fundamentalmente en tu rendimiento en las pruebas técnicas.

Es por ello por lo que la mayoría de los licenciados deciden no estudiar un master a no ser que su objetivo sea la vía académica. Hay que entender que gran parte de los recién graduados tienen una deuda universitaria muy grande, difícil de pagar hasta con sueldos de seis cifras. En este aspecto, no puedo estar más agradecido al sistema público español, ya que tenemos una ventaja competitiva brutal.

Algo sobre tecnologías, cuales son los lenguajes y las tecnologías con las que desarrolláis

Estando en Silicon Valley, y trabajando con gente tan buena y entusiasta, tienes la oportunidad de probar las tecnologías más punteras. Algunas tardarán mucho en llegar a ser usadas en España. Otras... nunca llegarán. Esto es un problema también, hay que saber distinguir lo que realmente es revolucionario de lo que es puro hype.

Pero con objeto de ilustrar, ha habido momentos en los que he escrito, en el mismo día cinco lenguajes: Objective-C, Java, C++, Python y Ruby. Nuestro stack es bastante simple pero muy potente. Usamos, obviamente Java y Objective-C (y algo de Swift) para los clientes, pero la lógica de negocio es cross platform, escrita en C++. De igual modo, los juegos están escritos usando un framework que hemos desarrollado internamente en LUA, y son interpretados por los clientes de iOS y Android. Nuestro backend es Ruby on Rails, usando Postgres como base de datos, y el ETL (Extract, Transform, Load) para nuestro data warehouse en Redshift está escrito en Python.

¿Te planteas volver a España en un futuro próximo o estás feliz por allí?

De momento, estoy muy feliz aquí. Sin duda, la bahía de San Francisco es el mejor lugar del mundo para nuestra profesión. Las condiciones son inigualables, el respeto a los ingenieros es máximo, y el contacto con la comunidad desarrolladora es contínuo. Es cierto que se trabaja muchísimo, pero creo que estoy en una etapa de mi vida en la que aún puedo permitírmelo. Como he dicho, para mi esta profesión es vocacional, por lo que al disfrutar ejerciéndola y aprendiendo tantísimo, no parece un trabajo. Soy muy afortunado pudiendo vivir de algo que de otro modo a lo mejor haría gratis en mi tiempo libre. 

Pero también es cierto que América no es perfecta, y España está muy muy lejos. Hay nueve horas de diferencia, y muchas horas de avión. Cada vez se hace más pesado ir a casa de visita, y la familia tira también mucho. Realmente acabaré volviendo en algún momento, pero no en un futuro inmediato.

Para finalizar, ¿alguna recomendación a los futuros Ingenieros egresados?

Que se den a valorar y aprovechen al máximo las bases que se han adquirido durante los años de estudio. Nuestra profesión es cambiante, y hay que aprender constantemente, pero eso es lo bonito de ella. Tenemos unas habilidades que son extremadamente demandadas y útiles, a pesar de que haya gente que se empeñe en transmitir el mensaje contrario. ¡Ah! ¡Y que no se olviden de trabajar el inglés! ¡Es indispensable!

Muchas gracias Miguel y espero que todo te siga yendo bien por Silicon Valley.


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